La fusión entre arquitectura, jardín y arte, adquieren en este espacio, un singular lenguaje. Las proporciones, las líneas puras y la simplicidad de los materiales, se integran y fusionan con el paisaje, generando un espacio único y con infinidad de perspectivas visuales.
La casa se fusiona e integra con el jardín, generando un espacio tridimensional orgánico y multisensorial abrumador.
Juegos de muros verdes vegetales se deslizan por la fachada y continúan sobre la cubierta vegetal de más de 500m2. Volúmenes de lomas revestidas con sedum o césped e integradas con arbolado ejemplar acompañan al jardín, generando una continuidad en el paisaje.
Un estanque naturalizado de líneas orgánicas realizado con acero corten, ofrecen en una perspectiva y composición de agua, singular y muy dinámica, con plantas acuáticas y peces de colores.
Los grandes ventanales de la casa, se impregnan de paisaje, ofreciendo rincones y patios cada uno con un tratamiento diferente conjugando materiales naturales de pizarra negra, elementos orgánicos y acero corten.
La silueta elegante y estilizada de los abedules, acompaña a la entrada principal de la casa sobre juegos de lomas revestidas con sedum de diferentes texturas y contrastes.
Los cerramientos de la casa, con lamas superpuestas de diferentes tamaños se asocian con composiciones de volúmenes de boj y gramíneas de follaje natural y contrastes otoñales.
Un huerto en cajones de acero corten, delimitados por un seto de follaje gris, tipo teucrium, ofrecen a la propiedad un espacio para cosechar frutas y hortalizas durante las diferentes épocas del año.