Los palomares a escala, con sus pequeñas tejas de pizarra, sus tablillas de madera, elevadas sobre un pilar y pedestal de granito macizo, hacen referencia a esta finca en San Lorenzo de El Escorial, única y muy especial.
La restauración del jardín, se realizó conservando los trazados originales y muros de granito en combinación con la arquitectura de la casa y la masa forestal establecida de pinares, cedros y cipreses. Setos de carpes recortados a diferentes alturas, sotobosque de madroños con vegetación espontánea de genistas, durillos y retamas, rosales ingleses, laureles y hortensias, recrean un jardín clásico y formal, que nos permiten adentrarnos en sugerentes rincones y paseos con vistas al Monasterio de El Escorial y la Herrería.