Las dos terrazas de este pequeño apartamento en el centro de Pozuelo, eran los dos únicos espacios abiertos que el propietario podía disfrutar desde su cuarto principal y desde el salón y la cocina. La terraza principal más amplia, con pavimento de adoquines de caliza blanca tipo portugués, se integró con una alineación de árboles de sombra y un seto de photinia fraserii Red Robin, verde y con brotes rojos muy llamativos, que aportaran intimidad y privacidad al entorno.
La otra terraza, alargada y estrecha, de carácter exclusivamente visual, desde el estudio y el cuarto principal, se acondicionó con 3 juegos de jardineras de gaviones rellenos de bolos negros y con una composición de madroños arbustivos en primer plano, que actuaran como barrera visual con respecto al edificio de la urbanización. El perímetro, se realizó con jardineras rectangulares y alargadas con la combinación de plantas trepadoras de jazmín de invierno, de follaje perenne y floración aromática blanca en primavera, romeros tapizantes y vivaces de flor desniveles del jardín y la conservación de rodales de encinar en toda la parcela del jardín, han determinado el diseño y composición del jardín.