Un antiguo cortijo, con capilla incluida, nos invita a acceder al jardín a través de una alineación de cipreses stricta y una bordura de lavandas. El sendero peatonal, que nos dirige hacia la entrada principal, se encuentra rodeado de una composición de jardines xéricos con asociaciones de árboles multitroncos de madroños, cercis y lagerstroemias. La fachada principal de la casa, ofrece una amplia superficie de césped con una piscina y un juego de árboles centenarios existentes de Cedrus atlántica.
Enfrente de la capilla, una composición de olivos centenarios tapizados con tomillo tapizante y romeros, integran arquitectura y paisaje.
El propietarios muy aficionado a los bonsáis y al huerto ecológico, diseñó una zona de gravilla con nidagravel para ubicar los bonsáis y se realizó una zona de huerto con 14 especies diferentes de frutas seleccionadas.
Todos los rincones del jardín, ofrecen zonas y rincones estanciales para la contemplación y la lectura en plena naturaleza.